En este curso conocerás 5 herramientas de acompañamiento emocional para aplicar directamente a los desafíos que te encuentras como facilitadora, educadora, psicóloga, teraputa y en definitiva, en cualquier ámbito donde estés acompañando procesos emocionales, especialmente de jóvenes.
El acompañamiento socioemocional se ha convertido en una dimensión esencial del trabajo educativo, psicológico y social con jóvenes. Acompañar implica mucho más que intervenir en momentos de crisis: significa estar disponibles, sostener procesos, comprender lo que no siempre se dice con palabras, y ofrecer herramientas que permitan a los jóvenes transitar sus propias experiencias con mayor conciencia, seguridad y autonomía.
El triángulo de la personalidad es una herramienta teórica que permite comprender la interacción dinámica entre tres dimensiones fundamentales de la experiencia humana: los pensamientos, las emociones y las conductas. También se lo conoce como el triángulo cognitivo-emocional-conductual.
Acompañar a un/a joven no es simplemente intervenir ante una conducta o dar una respuesta puntual. Implica estar presentes a lo largo de un proceso, que muchas veces es no lineal, cargado de emociones intensas, resistencias, y también de momentos de apertura y transformación.
Lo que se ve, o lo que mostramos, solo es la punta del iceberg
El modelo del iceberg es una herramienta metafórica que permite reflexionar sobre el comportamiento humano, especialmente útil para comprender a jóvenes en procesos de desarrollo, conflicto o crisis. Este enfoque parte de una premisa sencilla pero poderosa: lo que observamos en la superficie es solo una pequeña parte de lo que realmente está ocurriendo en el interior de una persona.
La imagen del iceberg —con una pequeña parte visible sobre el agua y una gran masa sumergida— representa cómo las acciones y actitudes externas son solo una manifestación superficial de elementos más profundos: pensamientos, emociones, necesidades, valores, experiencias previas, y contextos invisibles a simple vista.
Esta herramienta tiene una dimensión muy valiosa porque invita al acompañante a mirarse a sí mismo, reconocer su posición interna y elegir desde dónde se quiere vincular con el otro.
Es una propuesta profunda que promueve un acompañamiento consciente y alineado con valores personales.
El triángulo dramático de Karpman, una herramienta clave para identificar dinámicas relacionales disfuncionales que muchas veces se repiten en los vínculos, especialmente en contextos de acompañamiento, educación y cuidado.
Aquí tienes el resumen de estas 5 herramientas de acompañamiento emocional y que hemos visto aplicadas a 5 casos reales en jóvenes.
Plataforma e-learning de referencia sobre Acompañamiento al Desarrollo Socioemocional
