El Sistema Reactivo es aquel proceso que se activa cuando no me permito escuchar lo que siento, lo que me hace sentir al otro, reconocer o expresar una emoción, y/o no activo mis fortalezas. Reaccionar es una forma de control emocional.
El Sistema Responsable es aquel proceso que se activa cuando tomo consciencia de lo que estoy sintiendo, elijo sentirme bien y activo mi potencial para enfocarme hacia el bienestar, respondo y transformo. Responder es una forma de gestión emocional.
¿Qué herramientas y recursos personales pongo en juego con los y las jóvenes?
Si utilizo la reactividad… alerta, muchas veces esta es un espejo del miedo. Enfrentarnos desde el ataque, bloquearnos sin saber qué hacer o huir mirando hacia otro lado tampoco son formas de resolución; desde aquí no damos respuesta.
Si controlo… he de tener en cuenta que controlar tampoco es una forma de resolución, es la forma que tenemos de aplazar esta resolución. Utilizamos nuestras ESE (Estrategias de Supervivencia Emocional) para sobrevivir.
Las y los jóvenes a quienes acompañamos necesitan aprender a “cómo-vivir”, y nosotros también.
La gestión, por tanto, es el camino hacia la transformación, no solo de las emociones, sino también de las situaciones que se nos presentan en la vida. Dar respuesta significa abrir canales de comunicación, ampliar la mirada ganando amplitud, y extraer todo el provecho en pro de nuestro crecimiento personal y de grupo.
¿Qué hay después de la gestión? ¿Qué cambios y transformaciones busco en mí para acompañar mejor a los jóvenes?
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